28 de mayo del 2011, Wembley – Londres. Muchos no sabrán que
paso en esa fecha, otros ni acordarán donde estaban ese día. Pero los amantes
de buen fútbol y de los hechos trascendentes recordamos al pie de la letra lo
que ocurrió ese día.
Era la final de la Champions League, Barcelona y Manchester
United eran los encargados del espectáculo. No voy a hablar del partido en si a
pesar que fue un partidazo, a los que estos equipos nos tienen acostumbrados. El
resultado final 3 -1 a favor del Barcelona, este podía levantar su 2da "orejona" en 3 años.
El capitán histórico de este Barcelona, Carles Puyol, había salido
del campo a los 88´ dejándole la capitanía a Xavi Hernández. Por costumbre el capitán
del equipo campeón es el encargado de levantar el trofeo como enseñándole al
mundo quien es el nuevo campeón. Xavi antes de levantar la copa le devolvió su
cinta de capitán a Puyol, pues era, es y será el capitán histórico de la era
Guardiola, pero Puyol se retiró la banda y se la entregó al defensa Abidal, el último
de la lista, para que este levantara la “orejona”.
Pero porque rayos hizo esto Puyol, simple. Metiéndonos más en
la vida de Abidal nos enteramos que a hacia 3 meses atrás este jugador había sido
intervenido quirúrgicamente por un tumor en el hígado que lo tuvo fuera de las
canchas. Había regresado algunos partidos atrás, en el empate con el real Madrid
en el Camp Nuo, y lo había hecho 90´ en este.
Sin duda todo un luchador, no solo por superar el “trauma”
que debe ser la extirpación de un tumor, si no por seguir luchando y querer
estar donde se sentía mas cómodo, la cancha. Ese día no solo Puyol nos enseñó algo, sino
que todo el Barcelona nos dio una lección. Hasta el último de la lista es
importante y esencial para el equipo, si falta una ficha la torre se cae y no
funciona. Esto se ve claro en el equipo que plateaba y platea Pep Guardiola, si
uno no está presente en la cancha o esta medio ido en el partido, el equipo no funciona
correctamente.
Esta sin duda es la clave del Pep, ser un equipo y no darle
prioridad a uno solo, se reflejó en la cancha y en la celebración. Pero este
tema ya será tema de otro post.
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